La pericarditis es una condición médica que se caracteriza por la inflamación del pericardio, el tejido que rodea y protege al corazón.
Esta afección puede ser aguda o crónica, y se presenta con diversos síntomas que pueden variar en intensidad.
Te contaremos en detalle los síntomas y las causas de la pericarditis, así como su diagnóstico y tratamiento de ser necesario.
La pericarditis aguda suele manifestarse con dolor torácico repentino y agudo, que se intensifica al respirar profundamente o al acostarse boca arriba.
Este dolor puede irradiarse hacia el cuello, la espalda o los hombros.
Además del dolor, algunos pacientes pueden experimentar fiebre, debilidad, tos seca y dificultad para respirar.
Por otro lado, la pericarditis crónica puede presentar síntomas más leves y persistentes, como fatiga, dificultad respiratoria al realizar actividades físicas y acumulación de líquido en el espacio pericárdico.
Causas de la pericarditis
Las causas de la pericarditis pueden ser diversas, una de las causas más comunes es una infección viral, como un resfriado o la gripe.
- infección bacteriana, fúngica o parasitaria.
- Enfermedades autoinmunes.
- Lesiones en el pecho.
- Ciertos medicamentos.
- Trastornos metabólicos.
- Enfermedades cardiacas, como el infarto de miocardio.
- Infecciones parasitarias.
- Enfermedades autoinmunes.
- Infarto de miocardio.
Es importante destacar que, en algunos casos, la causa de la pericarditis puede no ser identificada, y se denomina pericarditis idiopática.
Diagnóstico
Para diagnosticar la pericarditis, los médicos pueden utilizar diferentes métodos, entre ellos el Eco Doppler Cardíaco.
Este examen de diagnóstico por imágenes permite evaluar la estructura y la función del corazón mediante la emisión de ondas sonoras de alta frecuencia.
El Eco Doppler Cardíaco es especialmente útil para detectar la presencia de líquido en el espacio pericárdico y evaluar el grado de inflamación del pericardio.
Tratamiento de la pericarditis
Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento de la pericarditis dependerá de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas.
En los casos leves, el reposo y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) suelen ser suficientes para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
En situaciones más graves o cuando la pericarditis es recurrente, puede ser necesario recurrir a corticosteroides para controlar la inflamación.
Es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y determinar la causa subyacente de la pericarditis.