¿Se puede prevenir el cáncer de próstata?

No existe ninguna estrategia de prevención del cáncer de próstata con eficacia plenamente demostrada. Sin embargo, es posible reducir el riesgo de esta enfermedad si se logran modificar los hábitos de vida y se adopta un estilo de vida más saludable.

Para los varones que presentan algún factor de riesgo se recomienda realizar los controles periódicos, a fin de prevenir o detectar temprano el cáncer de próstata.

El cáncer de próstata es el más frecuente en el hombre (sin considerar el cáncer de piel), por lo cual el objetivo más importante es prevenir su desarrollo o detectarlo en la etapa temprana. Se han realizado avances significativos para conocer los factores de riesgo y si bien muchos de ellos no pueden modificarse, es posible adoptar medidas preventivas que además aportarán beneficios para la salud en general. Por su parte, reconocer la presencia de los factores de riesgo puede impulsar la realización de los controles recomendados y permitir detectar temprano la aparición de cualquier lesión sospechosa.

Para comprender cómo prevenir el cáncer de próstata es importante conocer cómo se origina. Los factores de riesgo mejor conocidos incluyen:

  • Edad: el cáncer de próstata se diagnostica a los 65 años en promedio, y la probabilidad aumenta a medida que la edad avanza.
  • Etnia: las personas de etnia afroamericana tienen más probabilidad de desarrollar este cáncer; por el contrario, la etnia asiática se asocia con la incidencia más baja, pero al migrar hacia los países occidentales, el riesgo se incrementa.
  • Antecedentes familiares: el riesgo se duplica cuando el padre o algún hermano han tenido cáncer de próstata, y es aún mayor si la neoplasia se presentó antes de los 55 años.

En base a estos factores se han elaborado recomendaciones acerca de la frecuencia de los controles médicos preventivos. Los varones mayores de 50 años de edad o aquellos mayores de 40 años y etnia afroamericana, o con antecedentes familiares positivos, deberían realizar un control anual. El médico puede indicar algunas pruebas simples, si las considera necesarias. Las más habituales son la determinación del antígeno prostático específico (PSA) en una muestra de sangre, y la ecografía de próstata.

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Si bien los factores de riesgo mencionados no pueden modificarse, existen muchas medidas que pueden adoptarse para reducir o prevenir el riesgo de presentar cáncer de próstata. Estas medidas tienen que ver con los hábitos de vida y un estilo de vida saludable. Todas las organizaciones internacionales coinciden en las siguientes recomendaciones generales, que aportan además, beneficios para la salud en general.

  1. Mantener un peso saludable, a través de una alimentación bien balanceada y ejercicio regular. Se recomienda ejercitarse la mayor parte de los días de la semana, al menos 30 minutos diarios.
  2. Reducir al mínimo el consumo de carnes rojas y lácteos, prefiriendo los descremados. Elegir las grasas más saludables; por ejemplo, reemplazar la manteca por aceite de oliva, las golosinas por frutas, la comida envasada por vegetales frescos, el queso por frutos secos y semillas.
  3. Controlar la ingesta de calcio. Los aportes complementarios de calcio no deben superar las dosis aconsejadas, debido a que se ha informado que existe mayor riesgo de cáncer de próstata. Se aconseja elegir el aporte de calcio de los alimentos en lugar de los suplementos de la dieta.
  4. Consumir mayor cantidad de pescados y alimentos que contengan ácidos grasos omega-3. Evitar las grasas trans (como en la margarina).
  5. Consumir más alimentos que contengan licopenos, como los tomates.
  6. La ingesta de productos derivados de la soja y de té verde, que contienen isoflavonas, podrían asociarse con menor riesgo de cáncer de próstata. También el consumo de crucíferas (coliflor, repollo y brócoli) se asoció con riesgo reducido.
  7. No fumar tabaco o abandonar el hábito. Se ha demostrado que los fumadores tienen mayor riesgo de recurrencia de la enfermedad así como de fallecer a causa de la misma. Luego de 10 años de abandonar el hábito de fumar, el riesgo de cáncer de próstata equipara al de quienes nunca fumaron.
  8. Beber alcohol con moderación o evitar su consumo.
  9. Evitar el consumo excesivo de multivitamínicos. Se ha observado que el aporte de folatos o ácido fólico por encima de las dosis recomendadas se asocia con aumento del riesgo de cáncer. Los suplementos con selenio o vitamina E no han mostrado ningún beneficio consistente en los estudios clínicos.

En síntesis, hasta el momento, la mejor estrategia para reducir el riesgo de cáncer de próstata es consumir una cantidad importante de vegetales variados todos los días, mantenerse físicamente activo y conservar un peso corporal saludable.

Con relación al uso de fármacos como el finasteride u otros inhibidores de la enzima 5-alfa reductasa, esta clase de agentes son eficaces para tratar la hiperplasia prostática benigna (HPB), que se caracteriza por el aumento de tamaño de la glándula no canceroso, y se ha planteado su utilidad para prevenir o disminuir el riesgo de cáncer. Se han realizado varios estudios clínicos, cuyos resultados no han avalado dicho uso. Aunque estos fármacos son beneficiosos para la HPB, no están aprobados para prevenir el cáncer de próstata y tienen efectos secundarios que pueden ser importantes. Por lo tanto, se recomienda que el uso de estos medicamentos sea discutido cuidadosamente con el médico responsable.

Otros fármacos y suplementos dietarios se investigan en diversos estudios clínicos. Sin embargo, hasta la fecha, no se hallado que ninguno sea útil en estudios lo suficientemente confiables como para que los expertos lo recomienden.

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