Tumores benignos de mama

Tumores benignos de mama

Los tumores benignos de mama son los trastornos más frecuentes del tejido mamario, especialmente en la etapa de la vida con capacidad para procrear. Los estudios por imágenes como la ecografía mamaria y la tomosíntesis 3D, en ocasiones complementados con una punción-biopsia, han facilitado su diagnóstico sin necesidad de ninguna intervención quirúrgica.

Debido a que el cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en la mujer, existe mucha preocupación e interés en su detección temprana; sin embargo, la amplia mayoría de las lesiones que ocurren en las mamas son benignas. Los tumores benignos de mama pueden presentarse con una variedad de síntomas o pueden detectarse de manera casual en un estudio por imágenes.

La presencia de un nódulo palpable en la mama se puede deber a causas muy variadas. Cerca de un 80 % de las veces, los nódulos corresponden a un tumor benigno. Los tumores benignos de mama más frecuentes son los fibroadenomas y los quistes simples. 

Tipos de tumores benignos de los senos

Fibroadenoma

  • El fibroadenoma es una lesión mamaria sumamente común. Es una afección de la etapa reproductiva de la vida: suele ser más frecuente entre los 15 y los 35 años. 
  • Es dependiente de los niveles hormonales, por lo cual involuciona con el resto del tejido mamario durante la perimenopausia. 
  • Generalmente se presenta como un nódulo firme al tacto, muy móvil, no doloroso. Se puede encontrar hasta en 25 % de las mujeres sin síntomas.
  • Aunque habitualmente es unilateral, en el 20 % de los casos puede haber lesiones múltiples en la misma mama o en ambas.

Quistes simples 

  • Los quistes son lesiones redondeadas u ovaladas, llenas de líquido, de tamaño variable (desde microquistes hasta quistes de varios centímetros) 
  • Están presentes en un tercio de las mujeres con edad entre 35 y 50 años. 
  • El diagnóstico se realiza con los estudios por imágenes y, si el médico lo solicita, con una punción con aguja fina. 
  • La gran mayoría de los quistes no se asocia con riesgo aumentado de cáncer y solo se requiere su seguimiento. 

Cambios fibroquísticos

  • Constituyen el trastorno benigno de las mamas más frecuente. Se conoce también con otros nombres: enfermedad fibroquística, mastopatía fibroquística, etc.
  • Clínicamente, se detecta hasta en el 50 % de las mujeres con edad entre 20 y 50 años.
  • Los cambios fibrosquísticos suelen ser multifocales y bilaterales, y pueden incluir la presencia de quistes y/o lesiones sólidas. 
  • La causa no se conoce exactamente, pero se vincula con un desequilibrio hormonal.
  • La presentación más común es con mamas dolorosas y nódulos sensibles. 
  • Algunos de los cambios pueden asociarse con riesgo de cáncer de mama, pero lo más importante son los antecedentes familiares y la edad de comienzo del trastorno. Aun así, más del 80 % de las pacientes con cambios atípicos nunca desarrollan cáncer de mama. 

Con los avances de los últimos años en las técnicas por imágenes (mamografía digital y tomosíntesis 3D, ecografía mamaria), así como en las intervenciones mínimamente invasivas (punción-biopsia guiada), ha aumentado la capacidad para detectar temprano las lesiones sospechosas y para diagnosticar los tumores benignos, sin necesidad de cirugía.  

Es importante reconocer los tumores benignos y evaluar el riesgo individual de desarrollar cáncer, para establecer la mejor opción de tratamiento para cada mujer.   

En caso de “encontrar un bulto” o nódulo palpable en un seno, debería consultar al médico si:

  • Un área de la mama se torna claramente diferente (asimetría) 
  • El nódulo en la mama o en la axila permanece igual durante todo el ciclo menstrual o aumenta progresivamente de tamaño
  • El nódulo cambia de forma o contorno, o su consistencia es dura y no se desplaza al intentar moverlo con los dedos (está fijo)
  • Se presenta secreción (de cualquier tipo) por el pezón
  • La piel de la mama o del pezón muestra cambios: enrojecimiento, hundimiento, engrosamiento, aspecto de “piel de naranja”, etc.

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¿Duelen los quistes en los senos?

¿Duelen los quistes en los senos?

Los quistes en los senos pueden doler, causar molestias o mayor sensibilidad, pero también pueden ser completamente asintomáticos.

Son sumamente frecuentes y en muchas ocasiones se detectan de manera casual en algún estudio por imágenes de las mamas. En otros casos, pueden detectarse como un “bulto” o nodularidad palpable en los senos.

Los quistes son estructuras redondeadas u ovoides, llenas de líquido, tan frecuentes que pueden hallarse hasta en un tercio de las mujeres, especialmente entre los 35 y los 50 años de edad. Los quistes en los senos no son peligrosos; no representan ningún cáncer ni se asocian con mayor riesgo de desarrollar cáncer.

Los quistes se forman en la porción terminal de un lobulillo o lóbulo de la glándula mamaria. Constan de una pared delgada, formada por las células de la glándula mamaria, y contienen líquido de color variable. Se diferencian fácilmente de las lesiones sólidas en los estudios por imágenes: mamografía y ecografía mamaria. El diagnóstico se establece habitualmente con el examen físico y la ecografía mamaria bilateral. En la ecografía mamaria, los quistes se visualizan como una estructura con borde bien delimitado, generalmente delgado y neto, y contenido líquido.

El tamaño es variable: desde microquistes, imperceptibles, hasta quistes de varios centímetros, que pueden palparse. Como se expresó en el artículo quiste de mama, pueden estar presentes de manera asintomática y detectarse como hallazgo casual en un estudio por imágenes, o bien pueden manifestarse como un “bulto” o nódulo palpable, que puede desplazarse.

Los quistes en los senos pueden doler o causar molestias y sensibilidad. Esto sucede especialmente durante ciertos días del ciclo menstrual, cuando pueden aumentar de tamaño debido a la influencia de las hormonas sexuales femeninas. En caso de tener molestias o dolor, es suficiente usar dosis bajas de algún analgésico no esteroideo (por ejemplo, ibuprofeno o paracetamol). Un sostén con buen soporte puede ser de ayuda y, en algunas ocasiones, aplicar compresas tibias o calor local con una almohadilla, pueden brindar alivio los días del ciclo menstrual con más dolor en los senos.

Los quistes no se asocian con riesgo aumentado de cáncer. El consenso actual es el seguimiento de la paciente, sin ningún tratamiento específico. Si el quiste es grande y causa dolor, puede indicarse una punción con aguja fina para aspirar el fluido en su interior, lo que alivia la tensión y las molestias. Es posible que luego de cierto tiempo, el fluido regrese nuevamente o que el quiste desaparezca. 

En algunos casos, el médico puede indicar la punción con aguja fina para aspirar el líquido y obtener células para análisis en el laboratorio de anatomía patológica (citología), en caso de dudas. Si dentro o adyacente al quiste hubiera un nódulo o masa, el manejo es similar al de una lesión sólida sospechosa: punción-biopsia o biopsia quirúrgica para su diagnóstico.

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¿Es dolorosa una biopsia de seno?

¿Es dolorosa una biopsia de seno?

Las biopsias de seno por punción con aguja fina o gruesa se realizan con anestesia local, por lo cual no es dolorosa la punción-biopsia. Posteriormente, es normal sentir molestias que desaparecen en pocos días y se alivian con los analgésicos habituales. El equipo de salud en Diagnóstico Rojas está preparado para acompañarla en todo momento y responder todas sus inquietudes.

Al recibir la indicación del médico, una de las principales dudas es acerca de si es dolorosa la biopsia de seno. En primer lugar, cabe recordar que hay dos métodos básicos para realizar la biopsia de seno: por punción con aguja fina o gruesa (también llamada punción-biopsia) y quirúrgica (también llamada biopsia excisional). 

En Diagnóstico Rojas se realiza la toma de biopsias por punción con aguja fina o gruesa. La disponibilidad de avanzado equipamiento y la capacitación de sus profesionales permiten la obtención de biopsias por punción guiada por ecografía, mamografía o tomosíntesis 3D. Las características de cada metodología se pueden consultar en los siguientes enlaces: ¿Qué es una biopsia mamaria? y ¿cuántos tipos de punción mamaria hay?

A continuación, se comenta el paso a paso de la punción-biopsia de mama, para responder las preguntas más frecuentes.

  1. El día que ha reservado el turno, es fundamental que concurra con la orden médica del procedimiento, así como con todos los estudios previos por los cuales debe realizarse la punción-biopsia. 
  2. El día del procedimiento, usted puede concurrir acompañada por un familiar u otra persona de su confianza. 
  3. Usted puede desayunar o comer un almuerzo liviano previo; no es necesario que se encuentre en ayunas.
  4. Al llegar al instituto, el personal de Diagnóstico Rojas le explicará todo el procedimiento y lo que se va a realizar. Usted estará acompañada en todo momento y podrá realizar las preguntas que necesite. 
  5. Se le indicará que se coloque una bata especial y se le indicará en qué posición debe colocarse.
  6. La punción-biopsia se realiza con anestesia local, aplicada a través de la piel, por lo tanto, no es dolorosa.
  7. Si la biopsia es por punción guiada por ecografía, prácticamente no habrá ninguna incomodidad. Después de aplicar anestesia local, el examen durará aproximadamente 10 minutos.
  8. Si la biopsia es guiada por mamografía o tomosíntesis 3D (biopsia estereotáxica), puede haber alguna incomodidad debido a que, durante el examen, la mama debe estar comprimida para ubicar espacialmente la lesión a biopsiar. El procedimiento durará entre 10 y 15 minutos, y se encontrará bajo supervisión médica y técnica en todo momento.
  9. Después de obtener la biopsia, se le colocará un pack de frío local, a fin de disminuir cualquier molestia o complicación posterior. Usted permanecerá en reposo y observación durante algunos minutos más, bajo el cuidado del personal del centro. 
  10. Se le informará todo lo realizado y se le darán las indicaciones posteriores. Se le explicarán los recaudos que debe tomar y podrá retirarse a su domicilio. Se recomienda no realizar ningún esfuerzo físico durante un par de días. 

Algunas aclaraciones importantes adicionales:

  • La punción-biopsia de seno es un procedimiento ambulatorio, es decir que al terminar, usted se retira a su domicilio y no se requiere internación.  
  • La punción-biopsia de seno no requiere anestesia general. La anestesia local se aplica mediante inyecciones a través de la piel (vía percutánea), por lo que puede haber alguna molestia.
  • Es normal que sienta miedo o ansiedad antes de la punción-biopsia de seno. Avise al personal del centro si se siente angustiada o necesita hacer más preguntas. El objetivo de los profesionales en Diagnóstico Rojas es brindarle la mejor atención, con los más altos estándares, para que sus exámenes se realicen de la manera más confortable posible. 
  • Es habitual que en el lugar de la punción aparezca luego un pequeño hematoma y algo de malestar, que desaparecen en pocos días. Si en cambio, presentara fiebre, enrojecimiento de la zona o hinchazón dolorosa, es aconsejable que consulte a su médico.
  • La punción-biopsia de seno no requiere sutura ni puntos, y no quedan cicatrices.
  • Los resultados de la biopsia de seno estarán disponibles en quince (15) días, en promedio. Su médico recibirá un informe con los resultados de los exámenes realizados. 

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¿Se puede saber si estas embarazada en una ecografía ginecológica?

¿Se puede saber si estas embarazada en una ecografía ginecológica?

En una ecografía ginecológica se puede saber si estás embarazada recién a partir de las cuatro semanas de gestación, cuando es visible el saco gestacional. Por lo tanto, el test de embarazo es la prueba para confirmarlo más temprano. Una vez confirmado el embarazo con los tests en orina y/o sangre, se realiza una primera ecografía transvaginal para evaluar la salud del bebé en desarrollo, generalmente entre las ocho y las diez semanas de gestación.

Ante la falta o el retraso del período menstrual, una de las posibilidades es que estés embarazada. La forma más temprana de confirmarlo es con el test de embarazo en orina, que detecta los niveles aumentados de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH, o hCG en inglés). Esta hormona se eleva rápidamente desde los primeros días de embarazo. Sus niveles también pueden medirse cuantitativamente con un análisis de sangre, en un laboratorio clínico. 

¿Se puede saber si estás embarazada en una ecografía ginecológica?

En una ecografía ginecológica se puede saber si estás embarazada pero recién después de las cuatro semanas de gestación. Esto se debe a que el rango de resolución de la ecografía es a partir de un milímetro y el saco gestacional no es visible hasta que alcanza ese tamaño, hacia la cuarta semana de gestación. 

Una vez que el embarazo ha sido confirmado con el test en orina y/o con el análisis de sangre, el médico solicitará una primera ecografía transvaginal. Se recomienda realizar esta ecografía temprana entre las seis y las diez semanas de gestación.

La ecografía transvaginal, ¿representa algún riesgo para el feto?

No, la ecografía transvaginal no representa ningún riesgo para el feto ni para la mujer. Como se explica con más detalle en otras notas de este blog, la ecografía utiliza ondas de ultrasonido, que no han sido asociadas con ningún tipo de daño para el feto en desarrollo. Debido a que no se utilizan rayos X, no hay exposición a ningún tipo de radiación ionizante. 

La ecografía transvaginal se realiza como de manera habitual, con un transductor muy delgado que se introduce suavemente en la vagina. No se necesita ninguna preparación previa y no se utiliza ningún tipo de fármaco ni se requiere ninguna clase de anestesia. Es un estudio ambulatorio y al terminar, se continúa con las actividades diarias normales.

En la primera ecografía transvaginal se constata el embarazo y si se trata de un solo bebé o de un embarazo múltiple; se verifica que el embrión esté bien ubicado, su ritmo cardiaco y el tamaño (con lo cual se calcula la edad gestacional y la fecha probable del parto, según la ecografía). Este examen también permite constatar el estado de los órganos genitales internos de la mujer (ovarios y cuello uterino).

Se recomienda realizar al menos dos ecografías más durante el embarazo, una por trimestre, pero a partir del segundo trimestre se realizan por vía transabdominal. La segunda ecografía suele realizarse entre las semanas 18 y 23, y la tercera, entre las semanas 30 y 34. Puede continuar leyendo más información en el siguiente link.

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¿Cuáles son los distintos tipos de ecografía ginecológica?

¿Cuáles son los distintos tipos de ecografía ginecológica?

De acuerdo con el equipamiento técnico con el cual se realice, hay dos tipos de ecografía ginecológica: transabdominal y transvaginal. Cuando el médico solicita una ecografía Doppler ginecológica se agrega el efecto Doppler a la ecografía estándar. 

La ecografía ginecológica es un método de diagnóstico por imágenes en el que se utilizan ondas de ultrasonido para explorar los órganos reproductivos femeninos: el útero y el cuello del útero (cérvix), los ovarios, las trompas de Falopio y la vagina. Cuando la ecografía se realiza para el seguimiento del embarazo, se denomina ecografía obstétrica y tiene otras finalidades.

Los principios del método son los mismos que para todas las ecografías. De manera muy resumida: se utiliza un transductor-receptor, que emite ondas de alta frecuencia (o ultrasonido) y recibe el “eco” que generan al rebotar a su paso por los diferentes tejidos y órganos. Las ondas captadas son transmitidas a una computadora, donde se convierten en imágenes visibles en una pantalla, en escala de grises. Para conocer más acerca del método puede consultar la nota: “¿Qué es una ecografía?

Según el transductor que se utilice, existen dos tipos de ecografía ginecológica:

  1. Ecografía transabdominal: muchas veces indicada por el médico simplemente como ecografía ginecológica. Se emplea un transductor externo, que se apoya suavemente y se desliza sobre la piel del abdomen bajo y la pelvis, previa aplicación de una capa delgada de un gel incoloro para facilitar el desplazamiento del transductor y eliminar el aire interpuesto, que puede reducir la calidad de las imágenes.
  2. Ecografía transvaginal: se realiza con un transductor interno, especialmente diseñado, que se introduce suavemente en la vagina. Este transductor tiene un diámetro ligeramente superior a un tampón y se utiliza siempre con un protector de látex nuevo, que se descarta al finalizar cada estudio. Además, se aplica una delgada capa de gel transparente a dicho protector, para lubricarlo y que cualquier molestia sea mínima.

Cuando a la ecografía se agrega el “efecto Doppler”, se obtiene información sobre la velocidad y el flujo de sangre en los órganos ubicados en la cavidad pelviana. Este estudio se conoce como ecografía Doppler ginecológica o transvaginal. 

Ambos tipos de ecografía ginecológica, transabdominal y transvaginal, tienen en común que:

  • Son completamente indoloras, 
  • Se realizan de manera ambulatoria en un consultorio, y al terminar continúa con su vida cotidiana normal,
  • No se requiere ningún tipo de sedación ni anestesia,
  • No se requiere estar en ayunas,
  • Son seguras, debido a que no se usa radiación ionizante (rayos X)
  • Se completan rápidamente, en pocos minutos, 
  • Permiten evaluar las características morfológicas de los órganos en la pelvis (tamaño, forma, posición, espesor), la presencia y la posición del dispositivo intrauterino (DIU), la presencia de masas o tumoraciones anormales, así como de líquido en la pelvis o sus órganos, y contribuyen al diagnóstico de embarazo ectópico o infecciones.  

¿En qué difieren estos dos tipos de ecografía ginecológica, más allá del transductor? Además de la clase de transductor empleado, hay diferencias en la preparación y algunos usos médicos más específicos. 

Preparación para la ecografía ginecológica o transabdominal

Se le solicitará beber tres o cuatro vasos de agua o líquido por lo menos una hora antes de la cita programada, y no vaciar la vejiga hasta terminar el estudio. El motivo es que el útero y los anexos se encuentran detrás de la vejiga y es difícil visualizarlos; debido a que las ondas de sonido atraviesan mejor el líquido, las imágenes mejoran notablemente con la vejiga llena. Además, la vejiga llena desplaza las asas de intestino que también puede interponerse en el recorrido de las ondas de ultrasonido y disminuir la calidad de las imágenes por la presencia de gases intestinales.

Preparación para la ecografía transvaginal

La ecografía transvaginal no requiere ninguna preparación especial, es decir que no es necesario beber agua previamente; inmediatamente antes de realizar el estudio, se le solicitará que evacúe la vejiga. 

Usos: ¿qué detecta la ecografía transvaginal?

La ecografía transvaginal permite visualizar mejor los órganos internos femeninos, sin interposición de la vejiga, desde ángulos que no pueden obtenerse con el transductor transabdominal. Es especialmente útil, entre otras indicaciones, para evaluar el endometrio (capa interna del útero) y el cuello uterino (cérvix), y para determinar la reserva ovárica y la presencia de patología en los órganos pelvianos, en las consultas sobre fertilidad. Se ha convertido además en la herramienta fundamental para monitorear el tamaño de los folículos ováricos, en los protocolos de fertilización in vitro (indica el mejor momento para aspirar el óvulo). 

Ahora que ya sabes cuáles son los distintos tipos de ecografías ginecológicas y para qué sirven, solicita un turno en Diagnóstico Rojas y previene cualquier tipo de enfermedad.

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