¿A qué edad debo hacerme un examen de próstata?

¿A qué edad debo hacerme un examen de próstata?

Se recomienda una prueba del antígeno prostático específico (APE) y un examen digital rectal a todos los hombres a partir de los 50 años de edad, o antes si hubiera antecedentes familiares de cáncer de próstata. El APE es una prueba de detección del cáncer de próstata, pero tiene limitaciones y diversas causas benignas pueden dar resultado elevado.

La mayoría de los expertos y de las organizaciones médicas recomiendan que, a partir de los 50 años de edad, todos los varones consideren realizarse anualmente un análisis del antígeno prostático específico (APE) y un examen rectal digital. El motivo es que la edad es el principal factor de riesgo para la aparición de cáncer de próstata.

Si hubiera otros factores de riesgo, los controles pueden comenzar a partir de los 40-45 años. Dichos factores de riesgo son: el antecedente de padre, hermano o tío con cáncer de próstata, la etnia afroamericana y la dieta con alto contenido de grasas. De acuerdo con el resultado del primer control, el médico pautará la frecuencia con la que deberían repetirse los controles.

Por otra parte, independientemente de la edad, es necesario consultar al médico y realizar los exámenes pertinentes, si tiene alguno de estos síntomas:

  • Necesidad de orinar más veces durante el día (frecuencia),
  • Urgencia para orinar,
  • Menor flujo de orina (“chorro” más débil),
  • Hacer un esfuerzo para empezar a orinar,
  • Ardor y/o dolor al orinar,
  • Necesidad de levantarse de la cama para orinar de noche,
  • Sangre en la orina. 

¿Qué es el antígeno prostático específico (APE)?

El APE, que en inglés se conoce como prostate-specific antigen (PSA), es una proteína producida por las células normales, así como por las células cancerosas de la glándula prostática. Es posible medir los niveles de APE con un análisis de laboratorio, que solamente requiere la extracción de una muestra de sangre de una vena del brazo.

Los resultados se informan generalmente en nanogramos por cada mililitro de sangre (ng/mL). En condiciones normales, el APE se detecta en sangre hasta ciertos valores de referencia. Una determinación de APE elevado puede indicar enfermedad prostática, pero no siempre se debe a cáncer de próstata.  

Es importante saber que además del cáncer de próstata, el APE puede aumentar por muchas otras causas: inflamación/infección (prostatitis o infección urinaria), aumento de tamaño benigno (hiperplasia prostática benigna, HPB), algunos medicamentos, el ejercicio vigoroso, los procedimientos médicos recientes (biopsia de próstata, cateterización de la uretra) e, incluso, el examen digital rectal realizado los días previos al análisis.

Las indicaciones previas para la prueba de APE son: evitar eyacular durante 24 horas antes de la extracción de sangre y no realizar ejercicio vigoroso el día anterior, debido a que los niveles de APE aumentan en ambos casos.

¿Qué sucede si un análisis de APE da un resultado elevado?

Si un hombre que no tiene síntomas obtiene un resultado elevado en la prueba de APE, lo habitual es repetir el análisis para confirmar dicho resultado. Si el APE continúa siendo elevado, el médico puede recomendar continuar con los análisis y el examen digital rectal en intervalos regulares, para observar si se producen cambios con el tiempo.

Si el APE es muy elevado desde el primer análisis, si aumenta progresivamente, si se detecta un cambio de tamaño o un nódulo en el examen digital rectal, o si hubiera síntomas, el médico puede solicitar otros estudios, ya sea estudios por imágenes (ecografía, radiografía), una cistoscopía o análisis de orina. Ante la sospecha de cáncer, la biopsia de próstata es el método para confirmar el diagnóstico.

¿Qué limitaciones tiene el APE?

La combinación de la prueba de APE con el examen rectal digital se utiliza como estrategia de detección del cáncer de próstata. Las pruebas de detección son aquellas que pueden realizarse antes de que aparezca cualquier síntoma. Estas pruebas ayudan a diagnosticar el cáncer en la etapa inicial, cuando es más probable que la enfermedad esté localizada en la próstata y puede tratarse con más facilidad. 

Sin embargo, no está demostrado que la detección del cáncer de próstata en estadio inicial reduzca el riesgo de las personas de fallecer por cáncer de próstata. Actualmente, se encuentran en curso estudios de gran tamaño para evaluar si la estrategia de detección es efectiva para disminuir el riesgo de mortalidad por cáncer de próstata en la población general, y no solo en las personas con antecedentes de riesgo.

Algunos cánceres de próstata crecen muy lentamente y nunca se extienden fuera de la glándula. Además, no siempre es necesario tratar todos los cánceres de próstata. El tratamiento del cáncer de próstata puede tener efectos secundarios graves; en algunos casos, puede ser suficiente una conducta de control, debido al lento crecimiento del tumor, más aún si se lo detecta a edad más avanzada.

Es fundamental que converse con su médico sobre su riesgo de cáncer de próstata y la necesidad de realizar exámenes de detección periódicos, así como sobre su significado. 

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¿Qué puede detectar una mamografía?

¿Qué puede detectar una mamografía?

Son muchas las cosas que se pueden detectar en una mamografía, pero la más importante es el cáncer de mama.

La mamografía detecta lesiones con diferente grado de sospecha de malignidad y sugiere cuándo es necesario realizar estudios adicionales o una punción/biopsia de mama. Por lo tanto, también detecta nódulos o quistes benignos, calcificaciones y otros hallazgos, que siempre se deben correlacionar con la edad y los antecedentes de cada mujer.

La mamografía convencional o digital tiene un papel fundamental en la detección temprana del cáncer de mama porque permite observar cambios en los tejidos mamarios antes incluso de que aparezcan síntomas o de que haya algún signo visible. Cuanto más temprano se diagnostica el cáncer de mama, son más las oportunidades de tratamiento conservador y mejores las tasas de éxito.

Para que las posibilidades de detección temprana del cáncer de mama sean mayores, se recomienda que todas las mujeres se realicen una mamografía anual, regularmente desde los 40 años de edad. Algunas veces, el médico puede solicitar la mamografía antes de esa edad, si están presentes algunos factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. Los principales factores de riesgo son el antecedente de cáncer de mama en un familiar en primera línea y/o de una lesión precancerosa en la mama. El médico decidirá en cada caso individual si lo más aconsejable es realizar una mamografía, una ecografía mamaria u otro estudio por imágenes.

Cuando se le solicita que lleve los estudios previos al concurrir a un turno para una mamografía es para comparar las imágenes año a año. Siempre que sea posible, el especialista en imágenes evaluará los resultados de los estudios nuevos y los comparará con las imágenes previas, para identificar cualquier hallazgo nuevo. 

¿Qué puede detectar una mamografía?

La mamografía puede detectar las siguientes imágenes: 

  • microcalcificaciones o macrocalcificaciones, 
  • masas sólidas (nódulos), que pueden ser lesiones benignas o malignas
  • masas que contienen líquido (quistes), en su amplia mayoría benignos, 
  • asimetrías entre una mama y otra o en un mismo seno,
  • distorsiones, cambios cicatrizales, presencia de prótesis
  • otros hallazgos asociados. 

La descripción de los hallazgos de una mamografía es la parte más relevante del informe del estudio, que generalmente incluye:

    • la localización de los hallazgos en la mama, 
    • las características,
    • la evolución en el tiempo (al comparar con las imágenes de estudios previos), 
    • los hallazgos asociados, si los hubiera (ganglios axilares, cambios en la piel),
    • la correlación con otros estudios por imágenes, por ejemplo, con la ecografía mamaria y,
    • la categorización BI-RADS, que indica el grado de sospecha de que una imagen corresponda a una lesión maligna. Puede leer una descripción de la clasificación BI-RADS en la nota ¿Qué es BI-RADS?

Cada informe mamográfico concluye con un resumen de los hallazgos y la categoría BI-RADS. El médico que solicitó el estudio debe luego interpretar estos hallazgos en el contexto de cada paciente individual, es decir que siempre debe considerar: la edad, los antecedentes personales y familiares, el examen de las mamas y la presencia de signos o síntomas clínicos.

Si los hallazgos sugieren la presencia de una lesión sospechosa de malignidad, el médico puede solicitar estudios adicionales como ecografía mamaria bilateral o resonancia magnética. En algunos casos, puede estar indicado realizar una punción o biopsia de mama, que puede ser guiada con ecografía o tomosíntesis 3D. La tomosíntesis 3D es una herramienta muy útil cuando las mamas son densas (por predominio del tejido fibroquístico sobre el tejido adiposo); permite diferenciar mejor los tejidos normales de imágenes dudosas y evita la realización de una biopsia innecesaria, en algunos casos.

Cabe aclarar que los estudios por imágenes indican el nivel de sospecha y pueden ser muy sugestivos de malignidad, pero el diagnóstico de cáncer de mama se confirma con la punción o la biopsia de mama. 

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Menopausia y cáncer de mama

Menopausia y cáncer de mama

La menopausia no causa cáncer de mama ni aumenta de por sí, el riesgo de presentarlo.

El riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como el de otros tumores malignos, aumenta con el envejecimiento. Los dos factores de riesgo más importantes que vinculan la menopausia y el cáncer de mama son el aumento de la exposición a las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) y la cantidad de ciclos previos de ovulación.

Una duda frecuente que recibimos en Diagnóstico Rojas es qué relación tiene la menopausia con el cáncer de mama. La menopausia no causa cáncer de mama. Sin embargo, es sabido que el riesgo de desarrollar cáncer de mama y otros tumores malignos, aumenta con la edad. Por lo tanto, el riesgo de cáncer de mama durante y después de la menopausia tiene relación con el incremento de la edad de la mujer. 

En otras palabras, la edad es el factor de riesgo individual más importante. La mayor parte de las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama tienen más de 40 años de edad y aproximadamente la mitad, han superado los 60 años. 

¿Cómo afecta la edad el riesgo de cáncer de mama?

Los dos hechos principales que se vinculan con el riesgo de cáncer de mama durante y después de la menopausia son:

  • La mayor exposición a las hormonas sexuales femeninas, es decir los estrógenos, y
  • El mayor número de ciclos ovulatorios.

Las mujeres que menstrúan durante más años, presentan mayor número de ciclos con ovulación, lo cual aumenta el riesgo de cáncer de mama. Esto incluye a las mujeres que:

  • Presentan la menarca (primera menstruación) antes de los 12 años y/o,
  • Comienzan la menopausia después de los 55 años 

¿Qué papel tienen los anticonceptivos orales y la terapia de reemplazo hormonal, en el cáncer de mama en la menopausia?

La evidencia científica indica que cuanto mayor es el tiempo de exposición a los estrógenos, ya sean producidos por el propio organismo o aportados por medicamentos, mayor es la probabilidad de desarrollar cáncer de mama. A partir de las primeras formulaciones, los anticonceptivos hormonales (ACO) y la terapia de reemplazo hormonal (TRH) han sustituido los estrógenos más potentes por compuestos menos potentes, que podrían asociarse con menor riesgo de cáncer de mama.

Sin embargo, el papel de los ACO y especialmente de la THR, en el riesgo de cáncer de mama, está en permanente revisión y es tema de debate activo. La indicación tanto de ACO en la perimenopausia (debido a que aún hay riesgo de embarazo en esa etapa de la vida fértil) como de TRH (cuando los síntomas de la menopausia la justifican), debe realizarla un profesional especialista en ginecología. Es fundamental considerar todos los antecedentes personales y familiares de cada mujer y, especialmente, sus deseos y necesidades individuales. Cada indicación debe ser personalizada.

Algunas mujeres presentan menopausia temprana por razones médicas, por ejemplo, una cirugía en la que se extirpan los ovarios. En tal caso, el especialista será quien indique cuándo y cómo utilizar terapia hormonal u otros medicamentos para mantener la salud ósea. 

Para toda la población, independientemente de la edad, es importante conocer los factores de riego de cáncer de mama. Aunque algunos de ellos no pueden modificarse, más del 90 % de los cánceres de mama están relacionados con factores medioambientales y con el estilo de vida, sobre los que se puede actuar

Modificar los hábitos de vida es la medida más eficaz de prevención no solo del cáncer de mama, sino también de otros tumores malignos. Las recomendaciones básicas son: mantener un peso saludable, realizar ejercicio con regularidad, adoptar una dieta saludable, eliminar el tabaco y beber alcohol con moderación. Todas estas medidas aportan amplios beneficios para la salud general. Investigue más sobre este tema en el artículo sobre “Factores de riesgo del cáncer de mama“.

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Preparación para la mamografía (convencional, digital y tomosíntesis 3D)

Preparación para la mamografía (convencional, digital y tomosíntesis 3D)

La preparación para la mamografía es igual, cualquiera sea la técnica del estudio: mamografía convencional, mamografía digital o tomosíntesis 3D.

La mamografía es la herramienta fundamental para la detección temprana y el diagnóstico del cáncer de mama. En paralelo con los avances tecnológicos, los equipos para realizar la mamografía han evolucionado para brindar mejor calidad de imágenes y mayor confort a las mujeres que se realizan el estudio. A la mamografía convencional se han agregado la mamografía digital y, más recientemente, la tomosíntesis 3D.

En otras notas en este blog puede informarse acerca de las ventajas y características que diferencian a la mamografía digital y la tomosíntesis 3D, de la mamografía convencional. Sin embargo, cualquiera sea la técnica empleada, la mamografía es un estudio seguro, indoloro, ambulatorio, que no requiere ayuno ni tampoco ninguna medicación.

La preparación para la mamografía es la misma para todas las técnicas del estudio y consiste básicamente en no colocarse ningún producto de higiene personal o cosmetológico: desodorante, talco, crema, perfume u otro. Estos productos pueden interferir con el resultado del estudio, al generar imágenes que podrían confundirse con calcificaciones.

Puntualizando algunos conceptos sobre la preparación para la mamografía

  • La mamografía es un estudio ambulatorio, es decir, que se realiza sin ningún tipo de internación y al terminar, se retira del lugar para continuar con sus actividades diarias normalmente.
  • No es necesario que concurra acompañada, pero puede hacerlo si le ayuda a estar más relajada.
  • No se requiere ninguna medicación previa ni se utiliza ningún tipo de anestesia.
  • No se requiere estar en ayunas para la mamografía.
  • El estudio tiene una duración aproximada de 10 minutos.
  • Se aconseja concurrir con ropa cómoda, fácil de quitar, debido a que le pedirán que deje al descubierto el pecho.
  • Se aconseja no llevar objetos metálicos (aros, dijes, pulseras, etc.), pero si ha concurrido con alguno de ellos el día del turno programado, se le solicitará que se los quite para realizar la mamografía.
  • Es importante que el día del turno programado para el estudio, lleve la orden del médico que lo solicita, con la correspondiente autorización si fuera requerida, y los estudios mamarios previos (placas fotográficas o CD). Los estudios previos son importantes para determinar si una imagen es nueva o bien para comparar en el tiempo los cambios en alguna imagen ya conocida (tamaño, densidad, etc.)

La mamografía es indolora. Sin embargo, debido a la necesidad de comprimir las mamas durante unos pocos minutos, es habitual sentir molestias. Se ha informado que las mujeres con mamas fibroquísticas y quienes sufren más cambios en los senos durante el ciclo menstrual, tienen mayor sensibilidad. Por este motivo, se recomienda realizar la mamografía una semana antes o después de la menstruación, cuando los senos son menos sensibles.

Si existe alguna sospecha o posibilidad de que esté embarazada cuando concurre a realizarse la mamografía, es importante que lo comunique al médico o técnico. La mamografía se considera segura durante el embarazo y la lactancia debido a que se utilizan dosis muy bajas de radiación. Sin embargo, es posible que el médico prefiera sustituir la prueba por otro estudio por imágenes, como la ecografía mamaria. 

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Causa de la ectasia ductal en mujeres jóvenes

Causa de la ectasia ductal en mujeres jóvenes

La ectasia ductal es una afección muy frecuente y se la considera la segunda causa de enfermedades benignas de la mama. De manera simple, se trata de un problema inflamatorio de los conductos galactóforos de las mamas, y no se asocia con cáncer. Típicamente, se presenta con más frecuencia en las mujeres premenopáusicas, pero también se diagnostica ectasia ductal en mujeres jóvenes.

Los conductos galactóforos son los ductos para la secreción de leche por el pezón. Ectasia ductal significa: ensanchamiento de un conducto mamario. Por motivos que no se conocen con certeza, un conducto galactóforo de calibre mediano o grande, puede dilatarse, sus paredes se adelgazan y se produce el acúmulo de secreciones espesas en la luz del ducto.

Los principales conceptos acerca de la ectasia ductal son: que es muy frecuente, es un hallazgo inespecífico, se trata de un proceso de tipo inflamatorio y no se asocia con riesgo aumentado de cáncer. 

La ectasia ductal se diagnostica típicamente en la premenopausia, habiendo sido vinculada con los cambios normales en los tejidos y los niveles hormonales. Sin embargo, también hay un pequeño aumento de la frecuencia de ectasia ductal en mujeres jóvenes, en la adolescencia tardía o alrededor de los 20 años de edad. A dicha edad, es más frecuente la presencia de pezones invertidos y puede producirse obstrucción de un ducto, que se dilata, originando una respuesta inflamatoria. 

La ectasia ductal en mujeres jóvenes es más frecuente en las fumadoras. El tabaquismo ha sido asociado con inflamación de los conductos galactóforos. 

Como se explica en otra nota en este blog, puede ocurrir que las secreciones retenidas en el conducto obstruido, drenen por el pezón. Estas secreciones son espesas, de color variable. Cuando se presenta inflamación del tejido mamario (mastitis), se observa enrojecimiento y sensibilidad del pezón y el tejido adyacente. Si se agrega infección bacteriana, la presentación puede ser con fiebre, signos locales de infección y formación de pus. 

El diagnóstico de la ectasia ductal en mujeres jóvenes es clínico y no se requieren estudios específicos. En caso de que el médico a cargo lo solicite, una ecografía mamaria puede aportar información complementaria (solicite un turno aquí).

Puede informarse acerca del tratamiento de la ectasia ductal en el siguiente artículo: Tratamiento para la ectasia ductal.

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