Importancia de realizarse una Densitometría Ósea de rutina

La densitometría ósea es una herramienta médica fundamental para evaluar la salud de nuestros huesos y detectar posibles problemas óseos. 

En este artículo, analizaremos la importancia de este procedimiento en mujeres, cuántas veces se puede realizar de manera rutinaria, cuándo es recomendable someterse a una densitometría ósea, la expectativa de vida de este estudio y quién debe solicitarlo. Con esta información, podrás tomar decisiones informadas para mantener la salud ósea a lo largo de tu vida.

¿Con qué frecuencia debes realizarte una Densitometría Ósea de rutina?

La frecuencia con la que se debe realizar una densitometría ósea varía según los factores de riesgo y la edad de cada mujer. 

En general, para mujeres postmenopáusicas sin factores de riesgo significativos, se recomienda hacer una densitometría ósea cada 2 años, sin embargo, si existen factores de riesgo, como antecedentes familiares de osteoporosis, uso prolongado de ciertos medicamentos (como corticosteroides), o enfermedades que afectan la salud ósea, se puede considerar realizar el estudio con mayor frecuencia.

¿Cuándo debes hacerte una Densitometría Ósea?

La edad en la que debe comenzar a realizarse una densitometría ósea también depende de factores individuales. En general, las mujeres mayores de 65 años deben considerar hacerse una densitometría ósea, independientemente de los factores de riesgo. 

Para aquellas mujeres que presenten factores de riesgo, se puede evaluar la necesidad de realizar el estudio antes de los 65 años.

¿Cuál es su importancia?

La densitometría ósea es un procedimiento no invasivo y seguro que proporciona información valiosa sobre la densidad mineral ósea. 

Los resultados obtenidos permiten a los profesionales de la salud evaluar el riesgo de fracturas y diagnosticar la osteoporosis en etapas tempranas.

 Gracias a su eficacia y utilidad, la densitometría ósea seguirá siendo una herramienta fundamental para la detección y prevención de problemas óseos en el futuro.

¿Quién debe solicitar una densitometría ósea?

La solicitud de una densitometría ósea puede partir de diferentes profesionales de la salud, entre ellos:

  • Médicos de atención primaria.
  • Ginecólogos.
  • Reumatólogos y endocrinólogos

Si tiene dudas, consulte con su médico para saber si debería realizarse una densitometría ósea.

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Cáncer de Vesícula Biliar: Síntomas y tratamiento

El cáncer de vesícula biliar es una enfermedad que afecta a un órgano crucial en nuestro sistema digestivo. 

Aunque es menos común que otros tipos de cáncer, su detección temprana es fundamental para mejorar las posibilidades de éxito en el tratamiento.  

Si bien es importante recordar que solo un médico puede realizar un diagnóstico preciso, conocer los signos de esta enfermedad puede ayudar a buscar atención médica de manera oportuna.

¿Cómo se desarrolla el Cáncer de Vesícula Billar?

El cáncer de vesícula biliar puede presentarse de diversas maneras, y los síntomas pueden variar según la etapa de la enfermedad. 

Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones, por lo que es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado. 

Síntomas más comunes asociados con el cáncer de vesícula biliar:

  • Dolor abdominal: El dolor en la parte superior derecha del abdomen es uno de los síntomas más frecuentes, este puede ser constante o intermitente y empeorar después de las comidas.
  • Pérdida de apetito y peso: Muchas personas con cáncer de vesícula biliar experimentan una disminución en el apetito y una pérdida de peso inexplicada.
  • Ictericia: La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y los ojos, esta se produce cuando el cáncer bloquea los conductos biliares y afecta el flujo de bilis, lo que lleva a un aumento de bilirrubina en el cuerpo.
  • Náuseas y vómitos: Estos síntomas pueden ocurrir debido a la obstrucción de los conductos biliares y a la dificultad del organismo para procesar los alimentos adecuadamente.
  • Cambios en las heces y la orina: Las heces pueden volverse más claras de lo normal, mientras que la orina puede adquirir un tono oscuro debido a la acumulación de bilirrubina.

Es importante tener en cuenta que la gravedad del cáncer de vesícula biliar puede variar según la etapa de la enfermedad en el momento del diagnóstico. 

Diagnòstico del  Cáncer de Vesícula Biliar

El diagnóstico del cáncer de vesícula biliar generalmente incluye una combinación de pruebas, entre las que se destaca la ecografía abdominal. 

Este método de diagnóstico por imágenes utiliza ondas sonoras para crear imágenes detalladas de la vesícula biliar y los conductos biliares. 

Además de la ecografía, se pueden realizar otros exámenes, como análisis de sangre, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.

El cáncer de vesícula biliar puede hacer metástasis en órganos cercanos como el hígado y los ganglios linfáticos. 

Las metástasis se refieren a la propagación del cáncer desde su lugar original a otras partes del cuerpo, lo que puede dificultar el tratamiento.

La detección temprana es fundamental para mejorar las posibilidades de éxito en el tratamiento. 

Por esta razón, es importante conocer los factores de riesgo y someterse a exámenes de detección periódicos.

Ante cualquier duda consultá con tu médico.

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Linfoma de Tiroides: Diagnóstico, Tratamiento y Síntomas

El linfoma de tiroides es un tipo de cáncer poco común que afecta el tejido linfático de las glándulas tiroides. 

Aunque es raro, comprender los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad es crucial para su detección temprana y manejo adecuado. 

¿Cómo se diagnóstica el Linfoma de Tiroides?

El diagnóstico del linfoma de tiroides generalmente comienza con una punción tiroidea, un procedimiento en el que se extrae una muestra de tejido de la glándula tiroides para su análisis. 

Esta punción tiroidea permite a los médicos evaluar las células del tejido en busca de signos de linfoma. Además, se pueden realizar pruebas de imagen, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para evaluar el tamaño y la extensión del tumor.

Tratamiento

En cuanto al tratamiento, la elección depende del tipo de linfoma de tiroides y su etapa. 

En algunos casos, se puede optar por la extirpación quirúrgica de las glándulas tiroides, conocida como tiroidectomía, seguida de radioterapia para eliminar las células cancerosas restantes. 

En otros casos, se puede utilizar quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia para destruir las células cancerosas.

 ¿Qué síntomas provocan el linfoma de tiroides? 

Los síntomas del linfoma de tiroides pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen 

  • Inflamación en el cuello
  • Dificultad para respirar o tragar
  • Cambios en la voz persistente
  • Pérdida de peso inexplicada y fatiga.

Complicaciones 

¿Dónde suele hacer metástasis el linfoma de tiroides? 

El linfoma de tiroides generalmente se propaga a los ganglios linfáticos cercanos al cuello, pero también puede afectar otros órganos, como los pulmones, el hígado y los huesos.

¿Qué tipo de linfoma de tiroides es el más agresivo? 

Existen diferentes tipos de linfoma de tiroides, pero el linfoma de células B difuso de grandes células es considerado uno de los más agresivos. 

Sin embargo, cada caso es único, y el pronóstico puede variar según la etapa y otros factores.

¿Qué tan peligroso es el linfoma de tiroides? 

El linfoma de tiroides es un cáncer poco común pero potencialmente grave. 

Su gravedad depende de varios factores, como el tipo de linfoma, la etapa en la que se encuentra y la respuesta al tratamiento.

En general, el diagnóstico temprano del linfoma de tiroides es fundamental para un mejor pronóstico y opciones de tratamiento.

Por lo tanto, es importante que las personas que experimenten síntomas sospechosos, como inflamación en el cuello, dificultad para respirar o tragar, cambios en la voz o fatiga persistente, busquen atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento adecuado.

Si se sospecha la presencia de linfoma de tiroides, se debe consultar a un médico especialista en endocrinología o a un oncólogo para realizar una evaluación completa y recibir el tratamiento más adecuado según la etapa y las características del linfoma.

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Cáncer de páncreas: Causas y Síntomas

El cáncer de páncreas se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células malignas en el páncreas, un órgano vital ubicado en la parte superior del abdomen. 

Esta enfermedad puede presentarse de manera silenciosa en sus etapas iniciales, lo que dificulta su detección temprana. Sin embargo, algunos síntomas pueden alertar sobre su presencia.

Los primeros síntomas del cáncer de páncreas suelen ser vagos e inespecíficos, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío. 

Síntomas del Cáncer de Páncreas 

Algunos de estos síntomas incluyen 

  • Dolor abdominal 
  • Dolor de espalda
  • Pérdida de peso inexplicada
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos
  • Falta de apetito
  • Fatiga 
  • Cambios en los hábitos intestinales.

La ecografía es una herramienta de diagnóstico utilizada para evaluar el páncreas y detectar posibles anomalías. 

Este procedimiento utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes del páncreas en tiempo real. Sin embargo, la ecografía puede no ser suficiente para confirmar un diagnóstico de cáncer de páncreas, por lo que se pueden requerir pruebas adicionales, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de páncreas depende del estadio de la enfermedad y de la salud general del paciente. 

En casos tempranos, cuando el cáncer se encuentra confinado al páncreas, la cirugía puede ser una opción viable. 

Durante la cirugía, se puede extirpar parte o la totalidad del páncreas, así como los tejidos circundantes afectados. 

La quimioterapia y la radioterapia también se utilizan como tratamientos complementarios para destruir las células cancerosas restantes.

En comparación con otros tipos de cáncer, el cáncer de páncreas cuenta con una tasa menor de recuperación.

Causas del Cáncer de Páncreas

El cáncer de páncreas es una enfermedad compleja y multifactorial, y aunque no se conocen todas las causas exactas de su desarrollo, existen algunos factores de riesgo asociados. 

Cinco posibles causas del cáncer de páncreas:

  • Historia familiar y genética.
  • Tabaquismo.
  • Edad avanzada.
  • Diabetes.
  • Pancreatitis crónica.

Es importante destacar que la presencia de estos factores de riesgo no significa necesariamente que una persona desarrollará cáncer de páncreas. 

Muchos casos de cáncer de páncreas ocurren en personas sin factores de riesgo conocidos, y no todas las personas con factores de riesgo desarrollarán la enfermedad.

Mantener un estilo de vida saludable, como no fumar, llevar una alimentación equilibrada y realizar controles médicos regulares, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de páncreas y de otras enfermedades.

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Cáncer papilar de tiroides: Síntomas y Diagnóstico  

El cáncer papilar de tiroides es una forma común de cáncer de tiroides que afecta principalmente a mujeres en edad fértil.

El cáncer papilar de tiroides se caracteriza por el crecimiento anormal de células malignas en la glándula tiroides. 

¿Cuáles son los síntomas del cáncer papilar de tiroides?

Los síntomas iniciales pueden ser sutiles y pueden incluir 

  • Bulto o nódulo en el cuello
  • Dificultad para tragar
  • Cambios en la voz. 

Sin embargo, en muchos casos, estos síntomas pueden ser difíciles de detectar o pueden confundirse con otros problemas de la tiroides, por lo tanto, es importante realizar un diagnóstico adecuado.

¿Cómo se diagnóstica?

El diagnóstico del cáncer papilar de tiroides generalmente implica una combinación de pruebas y evaluaciones médicas. 

Una de las pruebas más comunes es la punción tiroidea, también conocida como biopsia con aguja fina.

Durante este procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido de la glándula tiroides para su análisis en el laboratorio, esto permite a los médicos determinar si hay células cancerosas presentes y evaluar la gravedad y extensión del cáncer.

Además de la punción tiroidea, otros métodos de diagnóstico pueden incluir análisis de sangre para detectar niveles anormales de hormonas tiroideas, ecografías para evaluar el tamaño y la estructura de la tiroides, y en algunos casos, escáneres de imagen como la tomografía computarizada o la resonancia magnética.

Estas pruebas pueden ayudar a los médicos a determinar la etapa del cáncer y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

En cuanto a la gravedad del carcinoma papilar de tiroides, se considera uno de los tipos de cáncer de tiroides menos agresivos. 

La tasa de supervivencia a cinco años para los pacientes con cáncer papilar de tiroides es alta, alcanzando hasta el 98%.

 Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y que la gravedad y la curabilidad pueden depender de varios factores, como la etapa del cáncer, la edad del paciente y la respuesta al tratamiento.

Tratamiento para el cáncer papilar de tiroides

El tratamiento para el cáncer papilar de tiroides suele involucrar una combinación de enfoques médicos. 

La cirugía es la opción principal y consiste en la extirpación total o parcial de la glándula tiroides, así como la eliminación de los ganglios linfáticos afectados. 

Después de la cirugía, se puede utilizar radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa residual. Además, en algunos casos, se puede administrar terapia con yodo radiactivo para eliminar cualquier célula tiroidea remanente y prevenir recurrencias. 

El tratamiento puede ser personalizado según el estadio y las características individuales del paciente, y es importante contar con un seguimiento médico regular para monitorear la respuesta y el progreso.

 

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