La cirugía abdominal para extirpar la vesícula biliar es bastante frecuente y es habitual que la causa sean cálculos biliares. Conozca si se puede vivir sin la vesícula, cuál es su función y cómo se estudian sus enfermedades ante la sospecha.
La vesícula biliar es un órgano pequeño, con forma de pera, localizado justo debajo del hígado, en el lado derecho del abdomen. Mide aproximadamente 5 a 7 cm de diámetro mayor. Se conecta con el duodeno (primera porción del intestino delgado) a través del conducto colédoco o conducto biliar común; este conducto también recibe al conducto pancreático desde el páncreas, constituyendo el nexo entre el sistema biliar y el páncreas.
La vesícula almacena y concentra la bilis que es producida en el hígado, y cumple una función importante en la digestión de los alimentos. Cuando la comida llega al estómago, especialmente si es rica en grasas como la carne, se estimula la contracción de la vesícula y se produce la secreción de bilis hacia el intestino.
La bilis está constituida por colesterol, bilirrubina y sales biliares. Tiene la función de facilitar la digestión y absorción de las grasas; además, favorece los movimientos intestinales.
Cualquier situación que obstruya el flujo de bilis puede dar origen a enfermedades de la vesícula biliar. La causa más frecuente es la formación de cálculos biliares, que pueden bloquear los conductos del sistema biliar y causar acumulación de bilis en la vesícula.
Como resultado, la vesícula se inflama (colecistitis), y causa cuadros de dolor agudo, ictericia (coloración amarilla de las mucosas) y síntomas digestivos. Estos episodios pueden repetirse y generar complicaciones.
Si la obstrucción afecta también la salida del conducto pancreático, la inflamación puede comprometer al páncreas (pancreatitis) y puede ser necesaria una cirugía de urgencia.
La vesícula biliar no es un órgano esencial, de manera que se puede vivir sin este órgano.
Lo que sucede es que al extirpar la vesícula, la bilis ya no tendrá lugar dónde acumularse y será directamente transportada hacia el intestino delgado. La digestión podrá hacerse normalmente, aunque es conveniente seguir algunas recomendaciones, en especial los primeros meses después de la cirugía:
Si sospecha que puede tener algún problema en su vesícula biliar, consulte con un médico para realizar el diagnóstico oportuno.