¿El cáncer de mama es hereditario?

En el cáncer de mama ciertas células se tornan anormales y comienzan a multiplicarse de manera incontrolable, dando origen a un tumor. Un pequeño porcentaje de todos los cánceres de mama (5-10 %) se agrupan dentro de algunas familias; estos cánceres son llamados “hereditarios” debido a que se asocian con mutaciones en genes particulares.  Sin embargo, la presencia de alguno de estos genes no implica que indefectiblemente se desarrollará cáncer; muchos otros factores determinarán finalmente que la enfermedad se presente o que nunca lo haga.

Para comprender si el cáncer de mama es hereditario y por qué algunas personas tienen mayor riesgo que otras, es importante conocer las bases genéticas. Los genes son fragmentos del ácido desoxirribonucleico (ADN) que se encuentran en los cromosomas. Los genes contienen las instrucciones para la síntesis de proteínas, las cuales son fundamentales para la estructura,  el funcionamiento y la división de las células en el organismo. También controlan los mecanismos de reparación del propio ADN.

Cuando se producen cambios o mutaciones en el ADN, se alteran las instrucciones relacionadas con algunos genes, lo que puede resultar en errores en las funciones de las células. Entre dichos errores puede producirse la falta de inhibición de la división celular, de manera que las células continúan multiplicándose rápida e indefinidamente; también pueden perderse los mecanismos que permiten reparar los daños en el ADN, que de este modo persisten y pueden pasar de una generación a otra.

Existen dos tipos de mutaciones:

1) aquellas que se heredan de alguno de los padres, denominadas mutaciones “de la línea germinal” y,

2) las que se producen en un individuo en el curso de su vida, generalmente como resultado del envejecimiento o de la exposición a factores del medio ambiente, y se conocen como mutaciones “somáticas”. En las mutaciones de la línea germinal, el error está presente en todas las células del organismo que contienen el gen mutado, por lo cual existe la probabilidad de que una determinada mutación se asocie con neoplasias en diferentes órganos, además de las mamas.

El cáncer de mama hereditario suele presentarse a edad más temprana que los casos no hereditarios (esporádicos) y hay más probabilidad de que se desarrollen tumores en ambos senos. De allí, la importancia de la detección temprana del cáncer de mama con los controles periódicos y los estudios por imágenes, especialmente la mamografía digital.

Ciertas mutaciones genéticas asociadas con el cáncer de mama son más frecuentes en algunas regiones geográficas o grupos étnicos, por ejemplo, en los judíos Ashkenazi (Europa central o del este) y en personas originarias de Noruega, Islandia o Dinamarca.

cancer de mama es hereditario

Cabe enfatizar que además de los cambios genéticos, se han identificado una variedad de factores de riesgo del cáncer de mama (personales, relacionados con el estilo de vida y con el medioambiente), que influirán en el desarrollo o no de la enfermedad. Estos factores de riesgo incluyen:

  • sexo, edad y etnia,
  • antecedente de cáncer de mama previo,  
  • factores hormonales y reproductivos,
  • antecedente de cáncer de mama en un familiar cercano, en especial a edad temprana.

¿Cuáles son las mutaciones genéticas conocidas que se asocian con el cáncer de mama?

La mayor parte de los casos de cáncer de mama hereditario se asocian con mutaciones en dos genes: BRCA1 y BRCA2. Las siglas corresponden a “BReast CAncer gene” que significa “gen del cáncer de mama”. Estos genes están presentes en todos los individuos y su función es reparar el daño celular y controlar el crecimiento celular en mamas, ovarios y otros órganos. Cuando estos genes contienen mutaciones que pasan de una generación a otra, aumenta el riesgo de cáncer de mama debido a que las células crecen sin inhibición.

Las mujeres con cáncer de mama que poseen alguna mutación en BRCA1 o BRCA2 con frecuencia tienen antecedentes familiares positivos de cáncer de mama, ovario u otros órganos.  También es mayor el riesgo personal de presentar cáncer de ovario, colon, páncreas o melanoma, y los varones tienen riesgo aumentado de cáncer de próstata.

En el cáncer de mama las estadísticas indican que las mutaciones en estos genes se presentan en el 0,25 % de la población, es decir que son infrecuentes.  El riesgo de desarrollar cáncer de mama durante el transcurso de la vida es aproximadamente 12 % para las mujeres en la población general; dicho riesgo aumenta aproximadamente al 70 % en quienes poseen mutaciones en los genes BRCA1/2.  

También las mutaciones en otros genes se asocian con cáncer de mama, aunque son mucho menos frecuentes y no incrementan el riesgo en la misma medida que las mutaciones en BRCA1/2. Pueden solicitarse paneles de pruebas genéticas que examinan la presencia de mutaciones en múltiples genes, incluidos BRCA1/2. El asesoramiento genético es indispensable antes y después de las pruebas genéticas, para conocer las implicaciones positivas y negativas de los resultados de las pruebas, los riesgos psicológicos y la posibilidad de transmitir los genes afectados a la descendencia. Cabe recordar que aunque algún miembro de la familia presente una mutación genética ligada al cáncer de mama, no significa que todos los miembros de la familia también la posean.

La probabilidad de tener alguna mutación genética vinculada al cáncer de mama aumenta si:

  • Tiene algún familiar directo, ya sea de la línea materna o paterna, con cáncer de mama diagnosticado antes de los 50 años,
  • Existe el antecedente de ambos cánceres, de mama y ovario, en la misma línea familiar o en un solo individuo,
  • Tiene algún pariente con cáncer de mama “triple negativo”,
  • Hay antecedentes familiares de otros tumores malignos: próstata, melanoma, páncreas, útero, colon, estómago, tiroides y/o sarcoma
  • Las mujeres en la familia han presentado cáncer en ambos senos,
  • Un varón en la familia tuvo cáncer de mama,
  • Tiene ascendencia judía Ashkenazi.

¿Qué es lo que se puede hacer?

Cuanto más temprano se detecte el cáncer de mama, más posibilidades de éxito tiene el tratamiento. Todas las mujeres deben conocer las técnicas de auto examen mamario, realizar los controles médicos regulares, y la mamografía digital y/o ecografía mamaria bilateral, de acuerdo con las recomendaciones. La detección sistemática debe ser más frecuente si el riesgo es elevado. Es posible que los estudios por imágenes deban comenzar antes de los 40 años; por ejemplo, puede estar indicada la mamografía digital a partir de los 30 años.

Para todas las personas, adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Se aconseja:

  • Mantener un peso corporal saludable,
  • Ejercitarse regularmente,
  • Limitar el consumo de alcohol,
  • Mantener hábitos alimentarios saludables y,
  • No fumar (o dejar el hábito tabáquico).

Existen otras alternativas que pueden contribuir a disminuir la probabilidad de cáncer de mama, cuando el riesgo es elevado debido a genes mutados. Estas alternativas incluyen terapias farmacológicas que deben ser indicadas siempre por un profesional con experiencia.

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